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Arquitectos: Anna Noguera
- Área: 234 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Enric Duch
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Turó del Coll es uno de los pocos espacios naturales que se conservan casi vírgenes en la ciudad de Barcelona. La vivienda aprovecha la oportunidad de vivir en relación directa con la naturaleza sin salir de la ciudad, integrándose en este entorno y estableciendo una transición entre el entorno urbano y el monte. Es un posicionamiento biofílico, que potencia la idea de que todos formamos parte del medio natural.
El solar donde se ubica la casa es rocoso y con pendiente hacia la buena orientación solar y las vistas. Así, la vivienda se cierra hacia el norte y la calle ofreciendo su fachada más ciega, mientras que se abre hacia el sur y la vista del monte Carmelo, la ciudad y el mar. La edificación se adapta a esa topografía al descomponerse en tres volúmenes que se desplazan en altura, para minimizar su impacto volumétrico.
La relación con el entorno configura una casa-ventana que se abre hacia el paisaje. En el salón, la cocina, el baño y los dormitorios se vive una ilimitada continuidad entre exterior e interior apreciando así los cambios del clima y la luz que varía a lo largo del día. La distribución potencia la fluidez entre los diferentes espacios y las visuales cruzadas.
La escalera, situada en el centro, crea un espacio de doble altura y articula todas las estancias de manera centrífuga. Desde aquí, se forma un recorrido circular que convierte la experiencia de habitar en una exploración continua desde el amanecer al anochecer. Cada uno de los diferentes espacios se configura según cómo se vive, a qué realidad responde y cuál es su relación con el entorno. El vuelo de la sala de estar conforma una ventana-mirador a la ciudad.
El espacio del porche se convierte en la sala de estar y comedor exterior. La bañera se expone al sol de la mañana tanto en invierno como en verano. El estudio de la planta primera conecta con la terraza superior, donde la cubierta ajardinada se funde con el paisaje. Los dormitorios de la planta inferior, semienterrados en el terreno, disfrutan de un jardín privado.
Agua, fuego, tierra, madera, piedra, arcilla. De madera son los forjados, los muros y la envolvente exterior que conforman la fachada ventilada. Los muros interiores se construyen con placas de arcilla. Es un sistema de construcción en seco que ofrece todas las propiedades del material: inercia térmica, regulación de humedad, ambiente sano y conexión con la tierra.
Pavimentos y desniveles exteriores se fabrican con piedra calcárea extraída de las canteras de Sallent, provincia de Barcelona. La piscina se plantea como si fuera una alberca. Su depuración es natural, a base plantas y filtraje. La piscina se convierte en un lugar que potencia la biodiversidad: conviven peces y plantas acuáticas en la balsa de compensación situada más abajo, un lugar donde van a beber muchos pájaros.